ivan semilla

sales de su boca

Le llegó como espuma a la roca de su alma

dura ,

inmóvil,

altiva, le costó hasta besarla.

Hasta que una gotita de su sal en los labios 

le agrietó los simientos ,la dejó desarmada.

Le movió ese gustito toda sangre estancada

le encendió hasta las venas

le quemó las entrañas

y sus piernas tan lejos de las costas de su alma

fueron frágiles,

endebles,

movedizas cual algas.


Le temblaron las manos,

se sudó en las espaldas;

le brillaron los ojos

y bailaron sus pestañas

en lo oval de su rostro carmesí que brillaba 

como el sol en verano cuando cae la tarde.


No hubo dudas que entonces, el logró perforarla

con caricias de viento

y con soplos del alma

con la sal de su boca la rompió a enamorarla.