Hace tiempo que no escribo, pues me encontraba perdido,
en la obscuridad del tiempo, que es difícilmente comprendido.
Hace tiempo que no escribo... Un temor inútil a mi corazón
hacía quedar inerte...
Un temor inútil... ¡El temor a quererte!
Aún recuerdo aquella tarde en la que junto a ti...
Me comporte indiferente...
Por temor a perderte, me comporte frívolo...
Frívolo...
Frívolo...
Estúpida cobardía, al no poder demostrarte lo que en verdad sentía...
Aquella tarde en que de un acto destroce mis sueños...
Esa tarde,
me persigue aún de noche y me roba la tranquilidad del día.
Y ha pasado el tiempo y aún sigue mi mente un bello recuerdo...
Esa sutil belleza cautivadora, esencia sagrada de doncella,
esa dulce mirada que al posarse sobre mi...
Completa mente se apoderaba de mi alma.
Tu te convertiste dulcemente en mi musa,
en tus palabras encontré un cariño incomparable,
en tu corazón pretendí sembrar la semilla del amor...
Acaricie tu corazón con mis versos,
contemplando el cielo, acerque la luna a tus pensamientos,
sin importar el tiempo que nos convertía...
En dulce alba y atardecer sereno...
Carlos R. Barrera