Lidia

LA DICHA DE ENCONTRARTE

Cuando mi alma estaba inmersa en la tristeza

por la amargura, que en mí dejó un mal amor

Llegaste tú a mi vida como el sol cuando amanece

y sentí dentro de mí un fuerte resplandor.

 

Regresaste en mí de nuevo, la fé que había perdido.

Y me enseñaste que no todos los amores son iguales.

Porque los hay que te llenan de amargura y de dolor

pero hay otros que te llenan, de dicha y de ternura.

 

Ahora estoy convencida que en la vida,

no todo se acaba cuando te hiere un mal amor.

Que la luz del sol puede llegar sin esperarla,

como me ha sucedido después que te encontré.

 

Ahora miro al cielo y veo que existen las estrellas.

Que no hay noches oscuras, que no me den su luz.

Y tengo un sol de amor que me ilumina el alma.

Porque tengo la dicha, de que estás junto a mí.