En la liana del amor,
mi corazón he colgado.
Equilibrio superior,
de vivir enamorado.
Oscilante mi interior,
viene y va desorientado.
Balanceo embriagador,
del amar y ser amado.
Si en las mieles del amor,
el corazón ha viajado,
y latiendo en su candor,
con un ritmo acelerado,
busca hallar algo mejor,
un secreto custodiado.
La ilusión de un soñador,
algún príncipe encantado.
En la angustia hallar valor,
dar consuelo al derrotado.
A la sombra resplandor,
renacer esperanzado.
Ser caricia en el dolor,
voz de aliento perfumado.
De esperanza sembrador,
del corazón cansado…
¿De qué me sirve el amor?
Si lo mantengo guardado.
Si mirando alrededor,
camino en despoblado…
Si preservo bella flor,
en un jardín olvidado.
¿De qué me sirve el amor?
Si por amor no he llorado.
Si probando su sabor,
compartirlo no he logrado.
Si en plañir aturdidor,
en lamento lo he bañado…
¿Para qué sirve el amor?
Si no para ser gozado.
Y en vivir siempre mejor,
compartir lo regalado.
Sentimiento abrazador,
al corazón hermanado.
De la alegría hacedor,
en la dicha consumado.
Que viviendo en el amor,
a amar vive entregado…
En la liana del amor,
mi corazón he colgado.
Pendular encantador,
de amar y saberse amado.