ALVARO J. MARQUEZ

¿A QUÉ JUGAMOS?

"Jugar al amor puede ser divertido,/ es algo que no niego;/ pero jugar también al olvido/ echa a perder el juego".

Que sí, que no, ¿tú entiendes? Te felicito,
a veces me dan ganas de estar a puro grito
por qué no sé a qué rayos estamos jugando.
Discutimos mucho y no estoy entendiendo
si de verdad ambos nos estamos queriendo
o acaso jugamos a que nos estamos odiando.

Nos decimos adiós y es sólo un hasta luego,
explícame las reglas de este extraño juego
en el cual nuestras dudas no son tan pocas.
Parece que los besos tan llenos de emoción,
promesas que le hicimos un día al corazón,
se los estamos prohibiendo a nuestras bocas.

¿Acaso por ventura sabes tú a qué jugamos?
Siempre he creído que los dos nos amamos
pero dime tú qué nombre a esto le ponemos.
Con todos esos momentos que compartimos,
no quiero dudar ahora de lo que antes fuimos,
de lo que somos y deseo pensar que seremos.

En ocasiones pareces una niña y yo un niño
y olvidamos el valor que tiene este cariño
y un capricho o celos suelen tener más poder.
Para que nuestros corazones se nos agranden,
creo que estamos necesitando que nos manden
a una escuela en donde nos enseñen a querer.

La verdad es que malos alumnos hemos sido,
si esto es un juego, pues lo llevamos perdido
porque en cosas así es una utopía la victoria.
Como amantes pudiéramos ser los mejores
pero ya ves, estamos escribiendo con errores
los capítulos más emocionantes de esta historia.

Estamos jugando y no es justo eso lo correcto,
pues ni jugando hallaremos el amor perfecto.
Jugamos y no nos divertimos ¿te das cuenta?
Pero bueno, salirte del juego ahora no intentes,
ámame con tu alma aunque luego lo lamentes
y te ámaré aunque un día quizá me arrepienta.