FELINA

LLÉVAME EN TU PECHO...

MARÍA


Yo te amo con el alma... me dijiste un día…

mirando los frutos madurados de mi huerto.

¡Yo te aseguro, que mi amor no ha muerto!

¡tú eres en mi vida, mi dulce compañía!


 FEDERICO


Fui feliz con el amor que me ofrecías,

en tus brazos de alegría enloquecía,

fuiste refugio, algo más que una alquería,

en donde viví mis más bellas fantasías.

Tengo que partir a buscar nuevas brisas...

llevo en mi bagaje los más bellos recuerdos,

de esas manos tan dulces, llenas de caricias

y de los temblores, producidos por tus besos.


 MARÍA


¡Llévame en tu pecho cual si fuese escapulario!

No te olvides nunca, de lo mucho que te amo,

no te deslumbren otras tierras, otros mundos,

recuerda que te espero, aquí está tu santuario.


 FEDERICO


Mientras iba caminando... buscando mí destino,

palpitaban en el alma a cada paso las nostalgias,

se aumentó mi llanto... lloraba como un niño,

por dejar atrás mi tierra, llena de añoranzas.


 MARÍA


Te fuiste con mi imagen, grabada en la pupila,

como huella imborrable  la llevabas cada día…

Olvidarte no podrías de la patria que dejabas,

crecía en tu recuerdo, cada vez que te alejabas.

Se hizo eterno el tiempo sin contar con tu cariño…

Por las riberas del río caminaba pensativa,

en las límpidas aguas ahogar quise el martirio

y esas aguas me miraban... con mirada compasiva.


 FEDERICO

Después de tanto tiempo estoy de vuelta al nido,

dejando las nostalgia, en la tierra del olvido,

pisando firme el suelo de mi hogar querido

y, es que como si nunca me hubiese ido.


 MARÍA


¡Hoy vuelves triunfante, con el corazón henchido,

a despertar éste amor que estaba adormecido,

a borrar con tus besos el dolor acaecido

y hacer de cuenta... que no dejaste el nido.

Felina