Fernando Curiman

Claro

Claro está

Que si mi habitación
Tuviese ventanas

Sería más conveniente

Defenestrarse 

Que seguir mirando 

Las manchas húmedas

De aquel techo que observa,

Que mira,

Que se desangra en el silencio

De murallas.

 

Claro está 

Que si mis manos

Fueran sepulcro,

Escondería con ellas mi rostro,

Taparía con ellas el sol,

Tocaría con ellas tu cuerpo.

Para ver caer

Cada pétalo,

Cada hoja de mi parra

 

Y

 

de la tierra.

En esta copa de vino

Que preparé 

Deshilachando mis muñecas.