monique ele

Historia vespertina...

Garuaba


lentamente,


lluvia chiquita.



Alguno habrá


llorado despacito


y nadie


se dio cuenta.



Garuaba


y poco a poco


de tristeza


me iba mojando...

 

algo se me había


arrancado


en aquella tarde


de mayo.


 

Y todo es


más triste;


tarde de garúa:

 

las casas viejas


se ven más viejas,


los viejos sienten


los huesos


y yo...


aún más sola.

 


Te extraño.