YOSS

CRÓNICAS DE UN CAÍDO

Por un momento perdí noción del tiempo,

creí que todo seria eterno y tan solo me deje llevar por el viento.

Pensé que sería en vano forzar un nuevo intento,

pasaron mil inviernos y cada día parecía pasar más lento.

Perdí la fe, lo reconozco,

llegue a caer tan profundo que en ocasiones aun me desconozco.

Y aunque conozco desde siempre las leyes del bien y el mal,

decidí arrancar mis alas y condenarme al seguir a un corazón que buscaba libertad.
La soledad en la oscuridad me ha acobijado

y me ha contado los secretos sobre la dualidad y la felicidad.

Y ahora la verdad ya no sé por dónde empezar,

perdí el mapa en un descuido y me vi de pie entre el desierto y el mar.

Intento callar los gritos de los fantasmas del pasado

pues mi memoria les ha dado cabida entre recuerdos que no han cesado.

A veces ha pesado tanto el dolor que me ha derrumbado

y he pecado al fingir sonrisas ocultándome tras la frialdad, todas esas veces después de haber llorado.

A la reencarnación estoy atado, por ese amor que en muchas vidas he buscado,

y aunque ha estado frente a mi mil veces, siempre el destino al final nos ha alejado.

Estoy aquí, de pie, de frente ante mi corazón y un mundo ajetreado,

echando un vistazo a aquellas verdades que e omitido y las que por alto e pasado.

Realmente soy consciente de que en esta vida acobije en la mente inocente de un demente.

De un ser humano común y corriente que tiene virtudes escondidas y defectos ante la gente.

Soy yo, ese ser en la espera de su redención,

esperando vida tras vida con paciencia un antídoto a su desilusión.

Esta es una carta de confesión y justificación,

alegando un corazón roto, un amor tormentoso envuelto en retazos de desesperación.

Acción de regeneración, buscando una solución

para pasar la página, ascender y dejar al fin de pensar en la transmutación.

Quizás esto te cause confusión, respira, lee entre líneas, olvida la lógica y la razón,

y si no me entiendes no importa al final lo único que intento es tocar tu corazón.