gonzalo puga

No dejes, Mas deja

<!-- /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";} @page Section1 {size:612.0pt 792.0pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:35.4pt; mso-footer-margin:35.4pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} -->

No dejes que te quemen,

Las lagrimas del sol,

Cuando azoten la tierra,

Mas deja que tus labios pidan silencio,

Cuando se le acerque un beso.

 

No dejes que los hielos de la distancia,

Marchiten el jardín de sentimientos y anhelos,

Mas deja que los diamantes estelares,

Cubran de ases luminosos,

Tus huellas de regreso,

Que plasmas en la arena.

 

No dejes que las sombras,

Apaguen tu carisma de eterna primavera,

Ni que tiña tu risa,

Mas deja que miles de arqueros,

Penetren con sus flechas,

Mi nombre en tu pecho.

 

No dejes que se pierdan,

De tu imagen juvenil,

Las luciérnagas que traen tu estela,

Mas deja que este pobre mortal,

Se rinda ante las puertas celestiales,

Que ofrece el sendero de tu corazón.

 

 

Autor: Gonzalo Puga