Fatima Rodriguez Serra

Decide

Lo que el corazón decide

no lo ata una rúbrica

ni porque una voz lo pide

o un sonido de súplica.

 

No lo amarra un contrato

ni lo detiene una cerca

ni el más amargo relato

o alguna actitud terca.

 

Lo que el corazón decide

lo ha meditado despacio

fútil pedir que lo olvide

porque flota en el espacio.

 

Solo el sabe cuanto mide

es su aspiración secreta

cuando el corazón decide

trata de llegar a la meta.