En mi entorno siento los deseos que de tu virilidad emanan cuando te acercas o conversas conmigo.
En mis noches te siento susurrando mi nombre, acercarte a mi boca, besarme apasionadamente mientras nuestras lenguas confiesan su amor.
Siento tus manos que desprenden mis prendas, mientras mi piel se llena de tibieza embriagadora, las fibras de mi cuerpo sollozan de emoción al sentir tus manos deslizándose en busca de mis flores que ansiosas esperan para sentir la succión de tu boca entregándome sensaciones y placeres que me enloquecen. Tus mágicas manos tocan, acarician, rasguñan suavemente mi piel y mi boca se abre queriendo hacer lo suyo. Me apoderó del cetro divino, lo beso, lo mimo, lo adoro, lo miro deleitándome.. Y mi gozo me eleva y penetro en las nubes cuando siento el sonido del río desbordándose.
Me tomas con fuerza, quizás en demasía, me agrada que lo hagas, eres mi hombre. Y vas recorriendo mi cuerpo, ya sea con tu mirada, ya sea con tu aliento, mientras tu boca también se desplaza cubriéndome.
Siento que te acercas, tu virilidad me roza y mis piernas tiemblan abriéndose, tu corazón y el mío palpitan en el ritmo de un vals melodioso, descubriendo que estamos llegando al máximo instante del pleno placer, que esta cálida noche. llena de amor yo te obsequie.