David G2

ANTÍDOTO DEL MAL

Como alas tentí mis brazos hacia el cielo,

grité desde mi angustia: ¿dónde estás señor?

cual si fuera a levantar a él mi vuelo,

implorándole librarme del dolor.

 

En el alma se anidó profunda pena,

como escombros que refleja un opresor,

y constantes pensamientos envenenan,

lo impoluto de la vida y del amor.


El veneno de este mundo siento verlo,

desde el dia que mi voz tu voz clamó,

sin pensar que ya mas hoy no puedo hacerlo,

¿qué me pasa? ¿dónde está el que en mi nació?


Tan valiente yo luchaba en la batalla,

y la flecha disparada yo esquivé,

era clerzo del oriente, cazador que nunca falla,

paladín del reino eterno, del que siempre proclamé.


En las sombras de la muerte estoy perdido,

¿porqué me siento tan lejano hoy de ti?

si yo era el que en tí habia nacido,

y mi alma y vida entera te ofrecí.


Hoy te elevo este grito hasta tu cielo,

porque no veo ya la luz que me alumbró,

ya la voz que me llamaba se ha hecho hielo,

y el mundo del azul se derrumbó.


Quiero oir tu voz que llama en las estrellas,

ser sumiso hoy nuevamente hasta el final,

verte a tí en el mendigo, verte a tí en cosas bellas,

y encontrar hoy nuevamente, mi antídoto del mal.