Alma al aire

LiberaciĆ³n


En el ocaso de los sueños no cumplidos,

en el gemido escapándose del llanto,

en la calle moribunda del olvido

y en los golpes al sentido del fracaso,

vuelve la cabeza hacia tus lados

y observa todo cuanto te rodea,

mira lo que no estabas mirando,

a la mano que paciente allí te espera.

 

Escúchame,

        no temas.

 

Si en carrera te ha vencido la nostalgia

y germina el mal gusano de la envidia,

cuando el cielo haya perdido toda mágia,

cuando tu paz resida en una aspirina,

suelta esa lágrima frustrada,

córtale una flor a tu pasado,

toma todos juntos tus escombros

y déjalos pudrirse a un costado.

 

Escúchame,

        estás liberado.