PETALOS DE NOCHE

Quisiera quitarle vida a la vida...

 

 

 

 

Quisiera quitarle vida a la vida...

Y adentrarme en el universo

tocando el timbal de ojos
entre el reflejo, -latidos-
llamando a la ventana cerrada
cuando suelo mirar la noche...


Quisiera morir en la muerte...,

y ser cadáver en palabras,


cuando el silencio me roba

el aliento y con ello duermo
para ser nada, en el todo
una palabra, quizás el alma...



Quisiera robarle los oídos al sol,
y con ello dibujar orejas
en murallas muertas
cuando más abro las ventanas,

y el cielo grita amarme,
cuando ya no escucho la esperanza,

quisiera quitarle los gritos al suicidio
cuando la vida ya no es como solía ser...,

y en un segundo detener el tiempo
mirando mi vida crecer,

cuando ya no sepa de caminos
y en la avenida me vean caer...

 
Quisiera robarle las lágrimas al cielo,
y dentro de peceras
morir para ser lluvia,

viajando al unísono...,

mirando, aves

gestar el aliento
de flores pedantes
en el amor,
germinadas; en atardeceres

mirando, la vida pintar
y dibujar los versos
en bocas enamoradas...


Quisiera quitarle vida a la vida...,

para ser lluvia, y en el oxigeno

respirar el universo,

entre alfileres
 untarme
en el cuello volátil

entre los focos astrales
cuando las ventanas del techo
suelen abrir sus ojos,
y en los míos..., detener
el reloj del destino;



mi voz suele caer en un gemido de libertad,

por tocar el cielo y llegar más allá que el arte,
más allá del verso, del poema, de este silencio...

 

 

Quisiera dibujarte una sonrisa,
y con la mueca de mi muerte,
ser aire en el oxigeno que respiras
para que ni el olvido pueda borrarme
y en las lentejuelas de la noche,
brillar tan cerca de tu cama...

 



(...)