Las gaviotas, 
la humedad 
de tu boca...
 
Labios, 
el vuelo 
del cielo...
 
 Tu boca... 
 
lágrimas lloran,
 
tu boca, en el silencio
 
...Tu voz ahoga la luz
 deshojando mis ojos...
 
 Las gaviotas caen,
 en libertad tuercen -al viento-
 sobre la muerte,
 las aves mueren...
 
 Sobre el silencio..., muero,
 
Desde la oscuridad
 la mejilla sonámbula
 besa la penumbra
 en donde he sido ausencia,
 
...Y donde el amor acallo las gaviotas muertas,
 
...Y no sé de tristeza al no tenerte...,
 
...Y no sé de amor cuando hablas de amor...,
 cuando no sabes del amor, y en ello hay ilusión... 
 
 Y desde ahí soy noche...,
 en la letanía de amarte
 sigo con vida,
 pero,  tus dientes
 mastican 
al sol de mi pecho...
 
 Muerto el sol 
en el techo,
 mis dedos 
mueren 
con las gaviotas,
 de hojas torcidas 
el velo de la luna
 salpica mi agonía 
al saberte perdida
 
 detrás de las rocas -astros latiendo-
 al saberte lejana,
 como cuando gritas otoño
 en la almohada de la noche...
 
Sobre el dolor, 
cuando hojas 
desnudan a los árboles,
 
y desde el olvido -el tiempo-
 la estación me espera...,
 me espera a caer en el abismo...
 
...Muriendo perder la lluvia
 ahogada en los pulmones de la vida,
 
 sobre charcos, -lágrimas-
la mancha abierta -la lluvia-
 
a través de las calles 
 te vi, 
a través 
del silencio 
te ame,
 
 y allí, las palabras, de tu boca…, 
ni la boca volar, las palabras...
 
sobre el gris del marco, quebrajo,
 cuando el cristal quiebra los párpados...
 -una lágrima- 
Aquí debajo sólo habitan puntos suspensivos, la mirada perdida, sobre el rastro de la luna, tras la muerte mi voz se pierde con la muerte, aquí en la oscuridad el silencio se pierde en oídos sordos, cuando ya el sol muere y los astros caen como las gaviotas, al deshojarse con la noche... 
Sobre los pétalos, marchitos en el otoño, al saberte muerta y al saberme caído en el pavimento, entre rocas y flores secas...