"Me miran con tus ojos las estrellas más grandes. 
Y como yo te amo, los pinos en el viento, 
quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre."
Pablo Neruda.
 
 
Me gusta cuando sonríes, porque así me das vida,
 de la vida que no te di, acorralado en esquinas,
 sino sonríes quizás la vida sólo es ceniza...
 
 
 Ausente, perdida en el horizonte,
 
desde la muerte -al vacío-
 el cielo apago las gaviotas
-entre el silencio-
 apagaste los astros,
 
desde esta noche,
-¡Apago...!- las mariposas perdidas,
 
¿Recuerdas? cómo no te he recordado,
 
como te he dejado ir,
-en la penumbra- donde eres silencio,
 donde eres soledad
 
bajo el árbol 
quebrándose 
en tus ojos,
 entre 
la fugaz 
lágrima 
de otoño,
 cuando te encierras
 en el sonido ausente 
de mi voz,
 
 cuando ya no suelo mirar el mar
 y tú.., me miras siempre,
 
 ¿Recuerdas? 
 
 Como las palomas juegan en la cuerda floja,
 
y el cielo 
está hecho 
para ti,
 
como todas las cosas bellas
 caen sobre el mural de tus ventanas,
 
y como las cosas simples 
 son complejas ante tu boca...
 
 ¿Recuerdas?
 
 Como la vida es una, -eso eres, vida-
 y la muerte muchas, -quizás mañana muera-
 
recuerdas como las estrellas
 te saludan, 
cuando 
dejas 
perder 
la mirada,
 
y el universo es un complemento de tus ojos
 sobre el latido menguante a una roca
 pegada en el cielo -cuando se es de noche-
 
 y.., 
como mi corazón es una extremidad del sol muerto,
 
 cuando somos horizonte,-equilibrio-
 
 cuando somos nada,
 
y de la nada nos paramos,
 
desde el silencio, desde la ausencia
 
desde tu boca arrancada por la ilusión,
 
y..., de mis dedos sangrantes 
a una ecuación de amor,
 
cuando ya no nos sentimos,
 
cuando ya nos evaporamos,
 
y desfallecemos sintiendo
 la lluvia caer en nuestros cuerpos,
 
 desde la penumbra nos saludamos,
 desde la nostalgia nos queremos,
 y desde el amor, la cuerda floja
 se nos une a la distancia,
 
 cuando acentuamos la boca
 en una lágrima, 
-desde la oscuridad-
 nos oscurecemos,
 
creyendo que existe la esperanza,
-creyendo- que ni el tiempo y el espacio
 nos apague con un beso del silencio...
 
 
 Así nos queremos, así nos odiamos, así nos perderemos
 para re-encontrarnos...
 
Para el viento; la briza, el silencio, para el mar, los sueños; simplemente para ti...
Del cielo, la ausencia, un poco de versos, en este cuarto perdiéndome...
Desde la ciudad de los amaneceres sin tus ojos, sin tu boca, tu aliento...