omu

El no de la decapitaciĆ³n

Vasta es la ausencia voltea esta hora,

un romántico muere ¡es Romeo caído!

Y a su lado aparece Julieta,

ante el juicio y veredicto es verdugo,

debatiéndose entre emociones humanas

y el amor anudado que sentencia,

a penar en el húmedo moho,

a remar sin cesar en galeras.

 

 

 

 

Perpetuado en un gélido invierno,

tristemente habito con las sábanas vacías.

Donde sucede el sonar apagado del requiem,

donde rebuznan tozudos y fríos los huecos,

y chirriante la rueda circula, dejando difunto este hoy de alegría,

viudo a este hombre y a la letra harto muda.

 

 

 

Apenado descubro las penas del olvido,

y un mantel de sollozos me atrapa.

Hoy, soledades resuenan y habito en cementerios,

donde dormitan sandalias y cetros.

y la vida se iguala, conquista el remedio.

 

 

 

Sufro desterrado el desamor por castigo,

y vagando en el limbo no acierto a sentir,

mariposas desnudas rozándome el pelo,

sucedió que sus alas perdieron el vuelo

pues pasaron de largo, de ensueño pensares,

al caerles la angustia sumida en desvelo.

 

 

318-omu G.S. (BCN-2012)