ivan semilla

UNA HORA, ESTA NOCHE

Esta noche cuando las doce den en el reloj

del tierno corazón que la denuncia,

sentirá esos hilos de eléctricas caricias 

que caen de su ducha.

En sus cabellos,

los girasoles pondrán

bellas sonrisas

y las gaviotas que ocultan  esos ojos 

querrán permanecer acunaditas.


 

Sus labios mojados de esperanza

degustarán la sal que rocen sus pezones

y el río de pasión que baje hacia su vientre,

contrario a la natura,

encenderá carbones.


 

Será en las plantas de sus pies

donde nazcan contentas

 las hojas de sus flores

y tan tiernos sus tallos,

subirán atrevidos

por sus muslos marrones.


 

luego,

en su seno caoba

marchitará a la aurora

su apatecido himen

porque su tierra virgen

para saciar su hambre

necesitó una hora.