AZUL M.L.

A mis angelitos

Hoy, la brisa rozó mi rostro

de una manera diferente

Me provocó angustia, ansiedad

El aire agitó mi cabello casi dañándolo

Sentí que la mañana reclamaba mi desánimo

Y el Cielo mismo me exigía una sonrisa

El sol, él no se apiadó de mi

quemó mi rostro y me obligó a mirarlo

La tierra al contrario, se compadecía de mi

Pobre criatura, que sola y triste va, cada uno

 de sus pasos son inseguros, no son firmes

y sin embargo tiene que caminar

Miré al infinito y le pedí a Dios

fuerzas para seguir y no caer más

Su respuesta la encontré al llegar a mi hogar

Dos rostros limpios y bellos esperando por mi

Fué entonces que que comprendí

La importancia de vivir