gaston campano

Herencia

Te voy a dejar de herencia

trescientas páginas con tapas,

escritas en un cuaderno,

así sabrás como fuí

quien era y como soy.

Cuando estube junto a la parra

era un racimo excelente

de piel tersa y brillante,

hasta en los tiempos ausentes.

Se fué envejeciendo la uva

y la convirtieron en vino.

Por unas manos curtidas,

en varias copas de vidrio.

También fuí solitario

constructor de los caminos,

nunca me puse alas

solo sandalias de peregrino.

Conversé con almas solas

encontras a mi paso

unas de eterna vida

otras en el ocaso.

Ahora que ya me alejo

dejando amores sembrados

ponme una flor roja

de pétalos nacarados

sobre la roca del cerro

llena de musgo viviente

verdes como esperanzas,

clara como agua de la vertiente.