oscar campos

SABOR A VINO....

Un copihue hecho de vino y alas de golondrinas,

Se pierde  entre manos, aroma y tempestad roja,

Un susurro entre las hierbas y el amanecer,

 sorprendidos  nadie habla, el mar  se abre,

La pasión corta la habitación, cuerpo y placer,

 tu piel tiembla como el amanecer del  otoño,

la dulzura se arremolina entre tus  y piernas,

los senos emergen como aves libres  y brisa.

Tu pubis atado a la sensibilidad  hecha

de aroma y sabor de uva y vino de hierbas

de brisa marina, agridulce de minerales desérticos.

 

Quizás ambos estemos ausentes de la tierra,

Como  de risas sueltas  y noches de erupción volcánica,

Y  eslabones desatados de nuestra piel y alma

cada estrella traviesa parece desea ser  testigo

de nuestra silueta unida a cada mariposa nocturna,

de nuestras manos en juego de amor y tempestad.

 

Ambos nos tenemos y ambos buscamos la soledad,

el dialogo de nuestros cuerpos tiene las heridas,

la savia y el licor como  almíbar de cada fruta sensual.

Quizás, esa araucaria que simula nuestras  siluetas,

Esconde nuestros gemidos, y conoce el viaje

de nuestros labios, y el dialogo más silencioso del alma…

las huellas más dulce hecha de polen, más violenta,

Hecha de pasión, mas azul, hecha de amor….

esconda nuestras  vivencias, miedos y, alma  

embriagada, de la ternura más sutil e intensa.

Amada, tu cuerpo tiembla como hojas de estrella,

Tu alma se enlaza a las madrugadas de confesiones

 soledades y ebriedad solitaria, y hambre de todo…