Jose Luis Santiago

A LOS YONKIS DESHEREDADOS

Opio, fumadero de olvidos

noble laudano que engancha

polvo en cuchara hervido

base que se chuta y amansa

 

tuerta fue su dicha

coja, leprosa y manca

con una ausente sonrisa

que en el vacío se apalanca

 

de su nombre no me acuerdo

y el alma crudo me lo devuelve

de sucio moreno, enjuto y al acecho

del bombeo que en su sangre se revuelve

 

entre, ratas, putas, latas y desechos

con cartón se apaño una chabola

y con su fiel y dulce heroína a solas

se acostó y partió bajo su pecho

 

santa adormidera por derecho

de las pobres almas francas

que no recibieron buen techo

y su cruz fue de amapolas blancas