Otra vez al presidio,
que dolor de cabeza.
Otra vez encarcelado,
preso y condenado,
que cruel es mi destino,
el que hoy a mi vino,
es muy duro el camino,
es mi condena la pena,
por tan grave error,
es muy fuerte el dolor,
tal vez es muy duro,
pagar condena con apuro.
Hoy me siento una picota,
ensangrentada y maltrecha,
pagando por mis derrotas.
Soy un reo arrepentido,
por las cosas que he vivido,
pero mi condena es eterna,
mi verdugo implacable azota,
como a esclavo en picota,
cuando romperán cadenas,
de esta esclavitud que envenena.
Ya no tengo mas fuerzas,
ya no resisto mi condena,
el aire que era fuerte,
hoy es pequeño, pequeño hálito,
condenando errores pasado,
soy casi reo ejecutado,
pero la muerte es mi salida,
mas que la propia vida,
hoy morir es lo que quiero,
romper cadenas y encierros..