teresa ternavasio

¡OH DESTINO! (HOMENAJE)

¡OH DESTINO!

 

La tarde deslizaba sus horas como burbujas livianas,

cuan  perfume de las rosas

 

Los niños del barrio imitaban himnos

copiados de los ángeles del cielo.

Uno, después otro, todos juntos, otra vez.

 

Con el corazón en las pupilas y el amor en la piel,

yo arrullaba el giro de la ronda, con vueltas a la par.

 

El niño dilecto jugaba y me miraba, disfrutando mi sentir

El cariño como lluvia, nos bañaba a los dos.

 

 

¿Quién diría que allí estabas

empantanando los sueños,

tapando la luz del sol?

 

Como un halcón al acecho

de la presa acobardada

Como una daga brillante

buscando solo mi pecho

 

 

Fue un día  tres, de aquel terrible mes tres

Saltó mi sangre dolida, salpicando las angustias

de la gente que aterrada observaba tu maldad

 

Te llevabas a mi niño, enarbolando la muerte,

airoso de haber triunfado, se cumplía tu designio

 

¡Maldita fui yo, entre todas las mujeres!

 

Desbordaron los  océanos, vistió de luto el cielo.

De mi garganta un gemido congeló las altas cumbres.

 

No hubo nadie en la tierra con un dolor tan inmenso,

capaz de tapar con llanto, los cuerpos del universo

 

¡Oh destino! alma de serpiente, mi corazón  estallaste

¿Acaso tú no sabías que él era,  mi más preciado tesoro?

 

¿Qué regocijo de penas, pretende tu poseer?

¿Tal vez no supiste ver,  con la fuerza  que una madre

a su hijo ha de querer?

 

Grande es tu dominio,  todo lo puedes

¡Oh destino!

 

Que suene como trompeta del día del juicio final

 

¡Lo llevo vivo en mi alma!  ¡Es cada gota en mi sangre!

¡Es una llama encendida, que  jamás  apagarás!

TERESA TERNAVASIO