JUAN IGNACIO GIMENEZ

Quijote

 

No eres
sino algo misterioso
que emite
ese resplandor divino
desde tiempos remotos
en que no conocías siquiera
el origen
o el anuncio de tu venida

bah digo yo

tiempos en que
lo que hacías
no era más
que conocerte a ti mismo
aunque eso te llevase a la locura
y aunque con ella traigas
solamente molinos y burlas y más burlas
y nada más que eso

yo lo sé
todos lo sabemos

no eres
más que esas miradas
pobladas por una ciudad cualquiera
que
sospechosamente
llegará
así
inesperada
porque
aunque ella te delatara siempre
y estuviera
dormida en su búsqueda
y lejana y todo
palpitara día y noche
por nosotros
y estuviéramos sin saberlo aún
digo
sólo
sospechosamente

sabrías que no eres
más que un quijote

que te generas cada vez
en ese único reflejo antagónico
de tu espejo
de dos o más caras

bah digo yo

que cuando de pronto y sin dominio aparente
estas por desaparecer y desapareces,
desapareces
y ya no hay vuelta atrás.