Socorro Maria Lopes

::: Retajos :::



Huele a soledad en las aceras.

Furtiva,

mi sombra ignora la oscuridad del camino;

La herrumbre, las ventanas cerradas,

los espinos.

 

La mente apagada ante el teatro de la noche

Huérfana de palabras, de tiempo…

de reproches.

 

Y huele a Cielo sobre la cabeza.

¡Todo es inmensidad!

Vacíos que se reconstruyen paso a paso;

Remordimientos sedientos, doloridos…

‘poco castos’.

 

Mas la entraña de volcán

Aunque ‘hambrienta y sin metáfora’,

Sigue engendrando versos irredentos;

al viento...

“niñeando la voz de la melancolía”.

 

Y es que llevo esta insurrección callada,

Curtida contra la propia fantasía.

Porque las manos huelen a pecado de reclames;

Y en el pecho pulsa una guerra deflagrada.

 

Pero siguen las aceras, palco de un Bufón…

Este que no reconoce tristezas, ni fronteras;

‘Creyente en la virtud ajena’...

 

Y apenas guarda plumas, para mapear el camino,

Mientras las palabras le rondan la mente

Tal espadas misericordiosas…

Perforando el espacio… silentes.