ANTES DEL FIN
Abrázame ahora, mi amor
antes de que explote la bomba,
antes que la espesa nube gris del antrax
alcance nuestra casa
y nos robe para siempre este silencio.
Esconde tus miedos
y deja que se fundan con los míos
en un abrazo largo como el tiempo,
antes que el viento de la guerra
nos convierta la ternura
en una mueca de amargura y desconsuelo.
No bajemos al refugio esta noche,
quédate a mi lado un momento;
olvidemos que en el mundo de allá afuera
existen las muertes y los sufrimientos;
no permitas que lo mejor de nosotros
se disuelva en medio de este fuego;
déjame inventarte un sueño efímero
que nos salve a medias de lo incierto
antes que se derritan nuestras carnes
como llagas
y la fiebre consuma nuestros cuerpos.
Hagamos el amor ahora
cuando aún conservamos la cordura;
quizás mañana
cuando las cenizas cubran la ciudad
y la guerra sea un mal recuerdo,
encuentren nuestros cuerpos desnudos
entre las ruinas de los bombardeos:
fundidos, torturados, pero aún serenos,
decididos a desafiar la tristeza,
el hambre y la peste,
con este último abrazo eterno.