Paranoia

Lunares de Carne.




Se me apetecen manchas,
lúgubres y otras solares.

Se me apetecen sombras,
tristes e inválidas.

Se me apetecen. Sí vieras, tanto el tanto quiero digerir la vida,
y entre tanto el tiempo y el destino me digieren,

y aquí sobrevivo, con mi sombrilla
pronta a volar y quedar desnudo
entre la sed y el vino;
recorriendo tus mejillas.

Y en silencio, me acomodo en el intestino,
celosa y perezosa, encierro tu voz,
entre dientes, muerdes la luz,
y me masticas.

Quedando entre poros,
con el lunar de carne
tácito; inflamación
desnudo, rojizo
y con dolor, ¡perdón! con amor!



Regresiones; siempre lo has dicho,
sí, fuera, tal vez, que mi lunar
fuera tan real como tus mejillas
clavándome una sonrisa
en la boca que no tengo.


Te amo sin amarte
y eso no recuerdo,
al menos lo pienso
y olvido en que lo siento.