Paranoia

Hoja en blanco.





No quedan palabras,
el aliento no queda,
en este vacío,
no quedan silencios.

En la soledad que no recuerdo,
no quedan tiempos a destiempo.

Procurando llevar
la tinaja llena
de la lluvia
extirpada 
en la cláusula de una lágrima.

En caída mortal,
llevaste el cielo,
el otoño quebrajo,
y el invierno anudado
en techos
anclados a la soledad.

Y no quedan huellas,
pegadas al frío de tu cuerpo,
en calles desoladas,
abriendo el invierno,

dentro la vida, vida sin palabras,
la vida tan igual y tan diferente,
simplemente la vida,
así como la quitaste,
como la perdiste así,

así como la besaste,
en la boca de la muerte,

dentro de la botella
una barcaza,
renace en tus ojos de tinaja,
mi voz se quiebra,
mi cuerpo se entumece

y con ello ya no siento,
-me sientes morir, verdad?-

Detenido, estático,
modulando el dial,
fidelidad de una canción,
adagio del corazón,
agotado por el tiempo.

Con ello muere la lluvia,
el invierno muere,
y el otoño,
amarra cabellos
en la garganta seca,
por gritarte vuelve!