Phoeta Anhonimo

Phoema VIII. Una lágrima; de ti, una voz, una palabra.




El frío es fecundo,
tu cuerpo,
nido; fecundas el horizonte
para llevarlo en estos versos.

Párpados cansados,
fecundas el frío,
en el horizonte tus besos,
llevándose mis sueños.

La boca arropada,
cansada, etérea,
en aliento pronta
a ser desnuda,

y, aquí, sin estar,
estando,
permanente,
yendo y viniendo,
en secuencia pendular,

me arrodillo,
en cuclillas
me entierro 
las costillas,

esperando
clavar el foco,
solar en el pecho,

para darte vida,
cadáver
te llevas mis palabras,

y con ello el aliento,
una lágrima susurraste,
en silencio tus párpados
arroparon el cuerpo,
y en vida escribiste la sangre,
de tu boca un beso,
un adiós, un recuerdo,
de tu boca mis sueños...

Una palabra, unas letras desmembradas,
tejiendo el cuerpo errante
clavado al horizonte,
esperando ver caer al sol,
y con ello los ojos cansados,
verán morir los párpados,

las persianas, cerrarán la vida en silencio.
En dolor dormirá la muerte, la puerta…