alexei

AGONIA

Día lleno de pesares, dolores y quebrantos,

Lleno de pesadumbre,  camino lleno de espinas,

Pruebas que manda Dios por partidas, o destajo,

Frentes que con fortaleza y fe, se lucha y vence,

De madrugada llego al jardín añorado, soñado,

Y encuentro a mi rosa helada, congelada, temor,

Que regrese el invierno eterno, y mi destino sea,

El envolverme en la negrura, que por siempre arropa,

Al sendero por el que transita mi alma enamorada.

 

 

Hoy que soy el que necesita consuelo, y apoyo,

Me encuentro inmerso, extraviado, en lo profundo,

Del inclemente invierno, que con su mortal silencio,

Destroza las defensas, convierte los sueños en pesadilla,

Y buscando en la negrura de la noche tormentosa,

La luz de la luna, hoy cubierta por los nubarrones negros,

Que ciegan a mis ojos, a tientas busco la suave caricia,

De los pétalos de la rosa, y encuentro las espinas,

Del cardo indiferente, que cruel me lastima y hiere.

 

 

Y mientras trato de escuchar tus susurros en medio,

De los vientos invernales, la brisa permanece muda,

Y no entiende mi ser, porque no hay melodías,

Donde se perdió mi espíritu, en medio de las dunas,

Donde se escuchan y taladran los oídos, esos gritos,

Que silentes como dagas, destrozan mis ilusiones,

Dios, será que tengo tantos pecados y sangre,

Que bañan a mis manos, que de penitencia eterna,

Me sumen de nuevo en las tinieblas perpetuas.

 

 

La esencia, hoy carece de fundamento y deseo;

Hoy no hay bálsamo que alivie las heridas sufridas;

El aliento se contrae, al no encontrar en que fijarse,

Mientras la noche avanza, tranquila pero inclemente,

Y poco a poco se desvanece esa luz, que me guiaba,

Y mientras mi espectro deambula, en las tinieblas,

Y cae en lo más profundo de las catacumbas,

Mi corazón agonizante, clama mi rosa de mi vida,

Donde estas, que sin ti mi vida pierde sentido.