Layd

Aun espero su adios

En las aceras de mi calle la encontre
buscando que se yo lo que pueda creer
y yo protestandole a la noche
maldita tos, bendito morris,
bendita su mirada y la luna
acurrucada en mi desden.

 

Te ofresco el cielo o tal vez vino
le dije mientra la lumbre ensendia
el fino cruce de miradas,
un abrigo, cotesto ella, para darle
sentido a la tarde caducada.

 

Nunca mas me separe del recuerdo,
de sus manos tibias
guardo con reselo la pasion
de aquella madrugada.
quizas el destino cruel
que se a vengado ya de la razon
la traiga de nuevo a mi abandonado balcon.