Pedro Jorge

Sonríe pequeña...

¡Abrázame fuerte cariño!

son tan tristes las despedidas,

tan llenas de eso que no se anhela,

frías y silenciosas,

he mirado tus ojos y tú los míos,

quise no llorar y he sonreído.

 

¿Y qué pasará mañana?, ¿Me extrañarás?,

buscamos en los recuerdos y encontramos las esperanzas,

ilusión pura.

 

Y parece el mundo no detenerse,

todo corre a prisa, más aún el tiempo,

mis manos imploran que no te alejes,

más es inevitable, necesario e inexplicable.

 

Ahora ve pequeña, podrás hacerlo,

Yo esperaré con ansias, alimentándome de sueños,

y sí, te extrañaré, pero… es necesario,

sonríe, aún estamos juntos.

 

Veo tus manos tras un cristal,

las mismas que ayer con delicadeza besé,

llénase de recuerdos mi mente,

y figúrase el tiempo demasiado lento.

 

Es tiempo de volver a casa,

¿qué haré en casa? – me he preguntado –

si ella misma tu ausencia ha notado,

vacía y desolada me espera,

cerradas las ventanas y desierto el colchón.

 

¿Por qué tiene que ser así?, ¿Cuánto esperaré por ti?,

pretendo dormir y a mis sueños traerte,

abrazo un vacío, llorar debiera,

sonríe pequeña, que aferrado a una ilusión éste hombre espera…