Antes que llegue el anochecer
Desnúdame el alma,
Con calma
Que tengo prisa de sentirte;
Con ternura
Que quiero sacar a flote
Tu mueca más oscura.
A quién le importa
Si somos una víspera
Del olvido;
Jamás fuimos tan vulgares
Para deslizarnos
Más rápido que nuestro idilio.
Ven y sin miedo
Muéstrame tu sonrisa
Más descalza,
Que la sensualidad
Es sólo un obsceno paisaje
Que vislumbra la imaginación.
Ven y acatemos el siguiente paso:
Mientras mi sombra
Se evapora descalza tras tu dorso
Callarnos y ser títeres
Del silencio.
Rondan las vocales volátiles
Sobre nuestros camelos
Que entre cabellos
Y espaldas
Levantan la falda
De la cama
Y acurrucan
La soledad de ambos.
Desnúdame el alma con arte,
Con vocación, con torpeza;
Pero hazlo hasta vaciarme
Y hacerle nudos a mis silencios.
Alcémonos en la cúspide
De un beso,
De unos ojos cerrados
Hasta enamorar
Mutuamente nuestros poros.
Y ser, de nuevo,
Débiles criaturas
Que sólo tienen
Las manos para amarse
Y el sueño para sentirse.
Y así,
Que nos vean
Las estaciones del año,
Hasta que nuestra piel
Se estremezca infinitamente
Y sólo poder tocarnos
Con un par de charlas.