Sergio Jacobo "el poeta irreverente"

OTRA VEZ LA CASA VACÍA

Otra vez la casa vacía,
agolpa con lentitud el silencio...,
se fueron todos

                                     -los que estuvieron-


Sólo quedaron las risas -las anécdotas-
los viejos poemas de Efraín Huerta
(que dieran pie en la voz de:Flor -Alicia-  -Toño-     Jaime y
yo…
refugiados en mí  -en mi quin-cua-gésimo
aniversario celebrado hoy)

Otra vez la casa vacía...
(Sin mis vástagos) También partieron
me quedé arrinconado
en el sillón de la sala
beodo arrimado al sentimiento
celebrando el final de aquella noche
…¡Salud querida!
Expresado con espasmos y dolores
mientras   [me servía
más tequila y refresco de toronja]
¡salud…salud! Gritaba
y   -el eco de mi voz se retorcía
confundido entre la música que escuchaba.


Encendí un cigarrillo
quedándome silente
-percibí en mi entorno el respirar de las paredes
y el movimiento breve
de las cortinas-

¡Salud…! ¡salud!
Qué repetido ensayo es esto
de brindar a solas,
(pero es saludable he de decirles
por los que partieron los que han sucumbido

y aún están en mi entorno

por  mi esposa
-por mi Padre-)

...un sencillo brindis de un bohemio que llora
el destino es así          la muerte no avisa
traiciona el esperar de un día
sin saber si llegará la noche


No recuerdo haber escrito de esta manera
en estas condiciones
tan fuera de juicio         -e indolente quizás -
No hay mucho que decir
sólo sé que otra vez esta la casa vacía
inmersa de recuerdos
los que me ayudan a vivir
los que siempre están conmigo.