ANEUDIS PEREZ

SOÑANDO, SOÑANDO, VIVES SOÑANDO POETA

SOÑANDO, SOÑANDO, VIVES SOÑANDO POETA

 

Soñando, soñando, soñando irrealidades,

volando sin alas… estático en ti

mas volando/ con el pensamiento.

 

Oliendo perfumes nunca olidos,

tocando paisajes inimaginables,

coloreando el color incoloro,

mirando mas allá del horizonte,

saboreando pieles sin carne,

esperando la blanca primavera,

el soplar del viento que no llega.

 

Y tú, aun… sueñas poeta/

tu vida es una fantasía que te invita

a hundirte con tus ojos hechos letras,

a amar aunque todo este olvidado,

a recordar memorias que te aprietan…

pasado cruel o dulce

cual exprime tu alma

con sus manos de seda/

¡Quien sacara de ti… suspiros!

palabras que musitan,

verbo tierno, activador de vida.

 

Baldo corazón que se destila

en la natura eterna y emotiva,

en el jardín ignoto de floresta,

en la luna radiante con su testa,

su testa recostada sobre el cielo…

padre hábitat de las estrellas/

cosmos inalcanzable, destino eterno,

al espíritu efuso yerto en versos.

 

Poeta, plenigenio

niño genio, mago , brujo de la verdad que encanta vida,

cantor, búho… observando en las colinas/

tallador de barcos y aviones de papel,

ingeniero del árbol de palabras,

de oraciones, de  frases, de versos dichos en metáforas.

 

Tu escribir, tu historial, tus sentimientos,

tu pluma, tu cantar, tu verso eterno,

tú, todo tú… poeta tierno/

ignoras que este mundo no valora

tu alma y tus ojos que remojan

lo seco y árido de este inmenso desierto.

 

Sabes cosas que pocos han descubierto

pues siempre pintas cielos con tus versos,

cielos llenos de paz y de justicia,

de alegría fingida y alegrías,

con lluvia que quizás no a todos moja.

 

Poeta, soy poeta y te comprendo,

comprendo tu dolor con cada gesto,

el amor que te arma de caricias

y que otras veces mata tus pupilas.

 

Poeta… no te canses de tu lira,

sigue escribiendo vida, haciendo eso/

que pronto tu poesía inspiradora

volverá a asir tu alma como aurora

y sobre tu cabeza te pondrá laureles,

adornando tus sienes con olivo

y un ramito en tu mano de cerezo

y en letras de oro inscrito el dulce verso…

el cual te hará inmortal, poeta tierno/

inmortal escribiendo el universo.

 

 

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