Dulcepena

Pero que no me falte...

 

A mi espalda
le hace falta tu brazo,
tus brazos que no alcanzan,
que no encuentran lugar.

 

A mis labios
les duele la ausencia
de los tuyos
que no besan,
que no rozan con mi aliento,
que no los beso desde hace tiempo.

 

Y mi piel:
Fiel amiga de “sequía”
cuando tú no estás;
 necesita un calor, tu calor, 
un humano, a ti,  tu cuerpo, tu.

 

Pero que no me falte tu nombre,
que no me borren tus labios,
tu cuerpo, tú, tus pupilas,
tus brazos, toda tú,
tus codos que se doblan para rodearme toda, tú.

 

¿Y qué si me falta tu presencia cariño?
pero que no me falte tu amor,
que no me falte tu escondido amor.

 

Que yo estoy en tu presente cuando me nombras
y tú en el mío propio,
que yo me regreso a días pasados contigo
para quedarme con hambre,
con hambre del calor tuyo.

 

Que mañana quizás
sea un día de olvido…

 

Pero qué cosas digo,
¡ qué coños escribo!;
si hoy escribo por ayer
y es que ayer fue contigo.