Paranoia

FE. SUICIDIO. Dios al parecer fue una lágrima. 18:15



Cuando me detengo a pensar, suelo aturdir el espacio de miles de acordes, (cavar espacios en oídos ajenos) eso es cuando me siento y tartamudeo la vida, y todo pasa tan rápido, que muchos se escapan, muchos como tantos, y esos tantos bajitos se pierden; y me llevan el acento en sus pies, me llevan las uñas y también, parte de mi voz, espero que me devuelvan los ojos, espero que me devuelvan mi fe...

Espero creer que la creencia no es un capricho, que es un requisito para saber vivir la vida. Y porque lo digo, lo digo simplemente porque he olvidado que es vivir, y también a ti.



Desde la tecla
herida, baja
perfecta,
quebraja,
con tu cara,
tu rostro
perdido,
apagado,
opacado,
desertor de mi vista.

Te escucho, me siento en tu mejilla,
me delineo entre tus párpados,
pincho tus ojos, -sangre-
rojo me inserto en tu voz,
caigo, raspando tu garganta.

Tan dentro, fusilo tu pecho,
tus pulmones se agitan,
tu habla muere, -se ahoga-
anclas, traban tu esperanza.

Te agitas, no hablas,
no puedes,
y en la inquietud
de llegar al oído;
miras que no hay cabeza,
ni peldaño que te salve,
miras
que no hay palabra que te ayude...,

Miras que caigo, y me quieres agarrar,
(me quieres eso lo dijiste alguna vez)
veces que he querido siempre.

Caigo, quebrando el tiempo,
aire quiebro,
te quiebro la mejilla
tu boca sangra,
en tu cuello resbalo,
caigo. Me pierdo
y en tu sed,
seca caigo como grito,
alarido
al suelo,
el cuerpo
se desvanece.

Son las 18:15, no queda tiempo,
ya he caído siendo lágrima.



-Se ha perdido la Fe-



Luis...