Romanticologo

SUPER HÉROE.

         La ilusión de un niño que corre en los destellos de un mundo creado por la mente, y aquellos relatos narrados en una historia sin fin llena de fantasía; marcan en un pequeño rostro el cual adopta en cada palabra salida un guiño feliz en sus labios, la armonía y el asombro ante la descripción de momentos explicados con palabras que ilustran cómo imágenes la secuencia de la narración.

 

            Detrás de la historia  un hombre que es responsable de la vida de la madre del niño; robusto, fuerte y animado, cabellera cubierta de canas y dueño de un baúl de momentos convertidos en recuerdos a los cuales en sus relatos les añade un poco de fábula para darle más emoción a la historia. El oyente el pequeño infante que está sentado en las piernas y que se postra silencioso y juicioso para analizar lo que escucha, y así poder pintar en su imaginación al protagonista de cada sueño que no es más que ese hombre maduro que todos los días le cuenta las anécdotas de su vida, y una interpretación del niño hacia el personaje principal como aquel súper héroe que siempre triunfa a pesar de los obstáculos creados en un recuerdo convertido en cuento.

 

            Las consonantes hacían rimas, la descripción era perfecta, y la fábula que hace reinar la emoción, suspenso, felicidad y amor en cada interpretación; le daban a ese pequeño niño todo lo que quería escuchar, y despertar una cadena de preguntas a aquellas cosas que no quedaron claras en la narración. Luego de terminar, nacía en el niño una sonrisa que perduraba por días, y la ilusión de querer ser como el protagonista de las historias.

 

            Pasaron los años, y el niño que ahora es adulto; todavía escucha impetuoso los cuentos de aquel hombre que ahora es anciano porque lo ha venido venciendo el tiempo, y aunque esta vez no se puede sentar en las piernas para escucharlo porque el anciano se encuentra agotado y acostado en una cama, nunca dejará de oír las historias de ese hombre que para el es su súper héroe, su amigo, su padre, su abuelo.

 

            El destino ahora ha cerrado la puerta de la vida de ese majestuoso anciano, pero su legado ha quedado intacto en su nieto que llora cada minuto de su partida, sin embargo un día el también se convertirá en narrador, y revivirá las historias que su predecesor le dejó, para que vuelva a nacer en un pequeño toda la ilusión, amistad, amor, respeto, que el una vez sintió.