Ramón Bonachí

EN TIERRA EXTRAÑA

Vivo en una tierra extraña,
donde no hay muros de polvo
ni sonidos de guerra,
mientras permanezco en ella,
mis pasiones viajan
done quiere mi mirada,
las manos en invierno son
amenas y cálidas
incluso de madrugada.

Vivo  en un mundo
donde están encerradas,
las llaves del mal,
cuando llegue aquí,
fueron enterradas
en un cofre de cristal,
no existe el tiempo,
tampoco la razón,
solo se reconoce la pasión.

Siento la intensidad del sol,
a cada paso que doy
hierve todo a mi alrededor
el mar, los ríos ,las montañas,
todos se ven diferentes
parecen cambiar de color,
es fácil saber la verdad
en este  Edén
ausente de falsedad.

No quiero que me busquéis
no me intentéis convencer,
porque no, no  pienso volver,
en este pequeño espacio
no tengo prisa
todo va despacio,
como voy a querer volver
si en mi pequeño paraíso
no existe un mal ayer.

aquí el deseo se transforma,
en  laberintos de colores
donde reinan mil sabores,
pero este pequeño mundo
no lo podréis encontrar,
ni tampoco lo podréis ver,
si no dejáis que vuestro amor,
se entregue como un niño
a los brazos de una mujer.