Todos estamos muriendo en algun punto,
tarde o temprano... aquí o en otra parte...
al menos yo se que, dentro nuestro,
vivie una enfermedad
que ha de despertarse alguna vez
y yo me iré.
Despertaré una mañana y todo abrá sido
un simple instante en el intento.
Seré mi propio desietrto y un simple invierno
que ví una vez por la ventana
cuando solo era un niño.
Soy la bellesa que encontré
entre los papeles tirados por el piso,
soy aquel cajon que envolvió
tantos sueños...
y me iré,
me iré mientras dure esta siesta,
mientras peino mi último cabello
y corro a casa para abrazarte.
Ahora bien,
me pregunto tantas veces
qué te diria si fuese la última
oportunidad que tengo para decírtelo...
ya no lo sé, ya no lo recuerdo...
solo espero que no se detenga el reloj.