Liaazhny

Al final del arcoíris

Desde que era una niña,
he admirado el arcoiris,
observar sus bellos colores 
formaditos de uno en uno.
Cómo se conjugan
en un todo hermoso
dando la impresión,
de un dulce esponjoso
apetecible para saborear,
pero que su misma belleza
no te permite tocar.

Muchas veces me soñé
viajando  sobre él 
y al llegar al final,
pude vislumbrar
una belleza sin igual
tal cual la pinta mi imaginación, 
un maravilloso lugar
donde no hay espacio
para la desilusión
para las tristezas 
y mucho menos la envidia,
un lugar dónde todos
viven felices y en armonía
y la vida de sus seres
es respetada y cuidada entre sí. 
Repentinamente, regreso de mi sueño 
a la triste realidad de mi mundo
 donde no es noticia
tanta infelicidad,
tanta pobreza económica
pero sobre todo espiritual.
Ojalá y todos pudieran viajar
sobre el arcoíris 
añorar ésa belleza sin igual
para poder imitar
una vida entera 
llena de felicidad. 

D.R. 66ARCOIRIS.