Mariam Correia

Te vi...

Te vi nacer y temi no verte crecer.

 

Te vi reir y jugar y otras veces te vi llorar.

 

Te vi en tu primer dia de escuela, en tus partidos de futbol y hasta en tus rebeldías.

 

He visto tu madurez ante la vida y ese mal humor sin medida.

 

Te vi sufrir a corta edad por razones que todos viviremos algun dia; te vi afrontar, superar y seguir adelante, dando ejemplo de vida.

 

He tratado de guiar tus pasos por estables caminos, y has sido siempre mi elección primera ante oportunidades.

 

Hemos reido hasta llorar y hemos llorado hasta reir.

 

Eres mi hijo, mi hermano y mi amigo; eres mucho mas de lo que imagino, mas de lo que alcanzo a definir con mi puño y mas de lo que las lagrimas brotadas al escribirte esto puedan significar; te amo mas de lo que te digo cada noche antes de dormir y mas de lo que expreso durante el día. Eres mi mayor alegria y mi razon de vivir.