Ginny

QUEDATE

Quédate con tu olor fresco a vetiver e incienso

con tus dedos dúctiles  y tu sonrisa de verano

con tu aliento a selva firme y brisa infantil

de frente a mi silencio y con los brazos abiertos

Quédate mirándome, que es iluminar mi tiempo

a la hora de la lluvia y del espejo vacío

intacta sin las verdades que imploro

húmeda de corazón y adentros

Quédate inquieta y frugal y eterna

en la maraña escondida de la buena hierba

en la cresta de mis regocijos y mis desvelos

en la ciudad de mis amores inventados

Quédate en la regencia eterna y colorida

de las mariposas que se extinguieron

sé tu orquídea sin tapujos ni modestias

en medio de esa noche tuya que no tengo

Quédate extensa con tus pétalos abiertos

con tu salvia de princesa de los cuentos

inundando mis túneles con tus cordilleras

reposando tus colinas junto a mi pecho

Quédate el tiempo de llenar mis venas

con tus besos de algodón y revuelo

Quédate sin prisas ni huídas crueles

Con nuestras calmas y desafueros

Pero si no te quedas entonces atada a mi sueño

haz como siempre y quédate…

… hasta que vuelvas.