ALVARO J. MARQUEZ

CUANDO YA ESTÉS...

"Dos cosas sabe Dios/ que motivan mis enojos./ No volver a escuchar tu voz/ y no mirarme en tus ojos".

 

Aún no estoy enamorado de ti o eso creo...
aunque las puertas que te llevan a mi deseo
sabes que llevas ya bastante rato tocándolas.
Me sorprende mucho aunque no me lo creas,
que por mi mente se paseen hoy ciertas ideas
y que seas tú quien esté allí provocándolas.

Me pongo a pensar cómo será si me enamoras,
sé que te estaré recordando seguro a todas horas
y el tiempo sin ti se me pasará muy lentamente.
Estaré rememorando cada cosa que nos dijimos
y se harán presentes momentos que compartimos
cuando ya estés en mi mente.

Me parecerá que hay algo de ti en tantas cosas,
que tal vez sin serlo, me parecerán hermosas
y hasta sentiré que tu nombre susurrará la brisa.
Me hará feliz la certeza de que en verdad existes
y desaparecerán de mi vida muchas cosas tristes 
cuando ya estés en mi sonrisa.

Me parece que para cuando te amo deba decirte,
será muy fácil, sólo deberé fielmente seguirte
y sé que no me costará nada ir tras tus pasos...
Que tantas cosas que a jurarte no me he atrevido,
podré decírtelas con muchísima emoción al oído
cuando ya estés en mis brazos.

Haré cosas que seguramente antes nunca hacía
y ya no perderé cosas que con facilidad perdía,
mi alegría, mi seguridad, mi paz, mi calma...
Sentiré que entre los dos habrá en nuestra vida,
una luz muy especial que permanecerá encendida
cuando ya estés en mi alma.

Ya después de sentir la delicia única de abrazarte,
sé que dejaré la timidez y hasta llegaré a dedicarte
la letra de alguna sentida y maravillosa canción.
Tus palabras de amor despertarán mis sentidos
y un tic tac acelerado de tu pecho habrá en mis oídos
cuando ya estés en mi corazón.

Viviremos momentos que nos van a saber a gloria
y en las mejores páginas de esta hermosa historia
tú y yo vamos a tener seguramente el mejor papel.
No habrá mejor historia vivida ni mejor contada
y sé que en mí para siempre te llevaré tatuada
cuando ya estés en mi piel.

Pareciera que sí me enamoré de ti, por lo visto.
Aunque hasta ahora me hago el fuerte y resisto
para no admitir las cosas que admite quien ama.
Amarnos por nuestras edades es una temeridad
y quizá sintamos que será la hora de la verdad
cuando ya estés en mi cama.