marcquez

A la que vos sabéis (cuarta de cinco)

 

A la que vos sabéis

de una tarde sin dormir que la pensé

 

 

 

IV

Sabor como ni uno en el mundo

de fruta carnosa y rosada,

oasis, translúcido insumo

rodeado por casas de nácar,

portal a un espacio profundo

que busca la vida y la atrapa;

el agua a mi sed vuelta en humo

y lecho termal de otra espalda,

tormento de dios para el uno

y fuente bendita en la nada;

¡hay vida en tu boca!, ¡lo juro!,

y el cielo me enhila una trampa,

hay vida en tu boca y la ayuno,

¡hay vida! y no puedo tomarla.

 

Marco Quezada