livy

A la Beata Mercedes de Jesús Molina y Ayala

Pues Dios con su bendita sabiduría,

miro a una bella mortal,

para que ella con su presencia

llenará el jardin con las más bellas rosas.

 

En la ciudad que despierta

al primer fulgor del día

surge una rosa guayaquileña

hecha de ritmo,trabajo y alegría.

 

Verte al morir será mi sueño,

desde la niñez mi anhelo

la inspiración de mi alma esta cumplida

extasiado vagó mi pensamiento a solas

y vi surgir de mi alma la más bella poesía.