Leandro Rodríguez Linárez

Intitulado CI

Amanezco dos veces, por mis ojos y los tuyos, la misma tierra que pisas la piso yo, ella lo sabe y consuela primaveras en tus huellas, en las mías ornas imborrables que te aguardan como cauces amarillos a las lluvia de mayo. Al dormir, duermo dos veces, con mis ojos y los tuyos, en lechos distantes que son uno, y lo saben, nos aguardan impacientes, con la impaciencia de un marzo prematuro, como las notas de una campana submarina. Cuando sueño, sueño una vez, no hay tierra ni huellas, ni lechos impacientes, solo estas, con tus ojos de último puerto, con tus manos de ancla alegre, con tu boca eternizando y aromando la palabra amor.   

 

LRL

 

6-1-2012