Hector Adolfo Campa

Solo tu...

Tus cabellos, como un telar infinito…
Como si salieran de la tierra mas pura, brillan y dan vida a miles de flores plateadas que despuntan junto con el alba…
Si se corta uno se corta mi vida, como un cuento griego…
¿Podre tejer mi vida con ellos?

Tus labios, como escarcha sobre una rosada flor…
De ves en cuando se ve humedecida, como derritiéndose…
¿Ahí podría saciar mi sed? Pues el desierto de la soledad me deshidrata lento, poco a poco…

Tu cuello, como el rio por donde pasa el rojo sentir de tu corazón…
Déjame explorarlo, navegar por ese rio proveniente del oasis de tu pasión…
Beber también de él, nadar entre tus recuerdos y remordimientos…
Lavar mi ropa llena de tu soledad, esa que se manifiesta en cada prenda con un olor a tabaco…
Poder despertarme en las mañanas y con ese líquido bendito prepararme un café, lavarme la cara y despertar a la vida, como recién nacido…

Tus ojos, miles de astros reunidos en una galaxia verdosa y en forma de espiral…
Como huracanes cargados de vida silvestre que entran en mi pecho creando un desastre pasional en todo rincón…
Como cada planta del globo, esos ojos me dan lo que necesito para respirar…

Mi ser infinito, creado por alfa y omega…
¿Por que todo lo existente es relativo a tus moléculas?…
¿Como explicar que te veo gravada en todo? gravada  a puño y letra del mismo dios…
No creo que te hiciera a semejanza de su poderío, pues de eso e dudado…
Pero jamás e dudado de ti…

Tomo tu pecho y creó el mundo donde vivo…
Desde la punta de tus dedos con los que acaricias algún bolígrafo, hasta la planta del pie con el que pisas el suelo…
Con todo eso creo el universo, el conocido y por conocer…
Eva solo fue un boceto,  tú eres la capilla Sixtina del mismo creador…

Tomo el color de tus ojos, e hizo la aurora boreal...
Con el rosa de tus mejillas hizo una flor, y después una infinidad...
Con tu voz creo el viento, y con tu aliento la primavera...
con tu sonrisa el cielo estrellado, veo todo el mundo y cada vez me convenzo más de ello...
El creó todo el universo imaginando y practicando, para el día en que te hiciera a ti...

Pues si me hizo a su semejanza, siente como siento yo…
Ama como amo yo, no en la misma magnitud pero si del mismo modo, pues mira al mundo con la misma melancolía que yo…
Y si toda la melancólica existencia me trae tu recuerdo al teatro de mi mente desmedida…
Al igual que yo, dios te dibujo las noches que no podía dormir, por su pecho ardiendo de pasión…
Le tomo una semana hacer el mundo y sus hermanos estelares…
Pero le tomo miles de años, poder terminarte a ti…